Qué importante será que los aficionados camoteros, de una vez por todas nos demos cuenta de lo que nuestro equipo nos puede ofrecer en realidad; y es que semana a semana se desata un debate sobre el técnico, las alineaciones, los cambios y la actitud de los jugadores: que si éste debe jugar, que si el técnico es el problema, etcétera.
Quizá sería más sano darnos cuenta de que desgraciadamente el equipo juega con lo que tiene, que ya no es cuestión de directores técnicos, que es cuestión de nivel futbolístico y punto, es decir, el Puebla suma los puntos para los que le alcanza de acuerdo con el nivel del plantel con el que cuenta.
Por eso, siendo sinceros y después de ver el partido del pasado viernes en Querétaro, donde de milagro La Franja no se trajo media docena de goles en contra, me quedó claro que no es necesario hacer tantos corajes, que es simplemente cuestión de poner los pies sobre la tierra y aceptar que la escuadra está para batallar, que ganará algunos partidos es cierto, que en otros casos sacará el puntito con algún empate también, y que en la mayoría de las ocasiones la derrota nos acompañara es un hecho.
Trabajar para que por lo menos en este torneo se sumen los puntos necesarios para mantenerse a salvo del descenso debe ser la prioridad, pues después de nueve partidos, es decir, 27 puntos, se han obtenido sólo 10; quizá el objetivo primario debería ser rebasar los malditos 20 puntos que rara vez se alcanzan, con 24 puntos por delante; quizá obtener 10 más no suene tan descabellado para llegar a 20 y mantenernos al margen del riesgo de la quema.
Que la directiva ha realizado su esfuerzo, ni quién lo dude; que le metieron lana, también; que quieren lo mejor para el equipo, es cierto, pero también lo es el hecho de que, como particulares, competir en el futbol mexicano sin apoyos de patrocinadores y solos en el camino es realmente complicado y ésta ha sido la historia de La Franja en los últimos 20 años o más. Triste, sí, pero cierto también.
Que nos quede claro a los poblanos que mientras una gran empresa nacional o internacional no respalde al equipo en manos de particulares, la situación será la misma temporada a temporada, por eso siempre he dicho que todos creen tener la verdad absoluta en el futbol y ésta no existe, pues aquí en Puebla siempre se ha mantenido una lucha por el control del equipo y la realidad es que todos los que han llegado han fracasado, sin excepción, es por eso que la fórmula está agotada y de verdad se necesita de un gran respaldo financiero para poder darle a este equipo la grandeza que por poco tiempo logró a finales de los ochentas.
Lobos BUAP
Se confirmó la información que le adelanté en este mismo espacio la semana pasada, en relación con la incorporación de un nuevo director deportivo a la institución universitaria. Esta responsabilidad se le encomendó al experimentado Omar Arellano, quien llega junto a su hermano Nicolás a una organización seria como la de la UAP, donde se espera que meta orden y arregle todo el “desmadre” que dejó el nefasto Gustavo Moscoso, quien en poco tiempo tiró a la basura el gran trabajo que se venía realizando en la universidad en todas sus divisiones. Ahora llega un hombre experimentado que incorporará a su hermano como auxiliar de Héctor Medrano, quien se mantiene como director técnico y que intentará cuadrar el círculo para que los resultados que esta institución merece regresen a la brevedad.
