*A una jornada de concluir el Clausura 2013, la Franja se despide su mínima oportunidad de liguilla; mientras Lobos dijo adiós a la temporada.
El buen periodista debe ser crítico y objetivo, sin duda una tarea muy difícil en el ámbito deportivo cuando se tiene un equipo en el corazón.
Por ello la prensa poblana siempre ha caracterizado por ser muy fiel, pero también muy ciega. La mayoría de los colegas saca la calculadora en la jornada 15 o 16 esperando una serie de combinaciones –que nunca llegan- para dar con el ansiado pase a la liguilla.
No puedes dejar todo en manos del destino, cuando en los demás partidos has mostrado una carencia de idea, futbol, funcionamiento pero sobre todo de actitud. Misma que marca los resultados de un equipo modesto.
No vengan con cuentos de nóminas e historias de “grandes” clubes, cuando se tiene enfrente el corazón. Lo digo por clubes como Querétaro y Jaguares, aquellos que en el inicio del certamen no tenían una plaza fija, que se volvieron el blanco de las burlas por sus modestas nóminas.
Hoy ellos están a un paso del futbol, mientras que los grandes como Chivas y Pumas están de “coleros” en la temporada. Pero en Puebla no pasa nada, la afición no exige, la prensa no presiona y pasan los fracasos como si fuera algo normal.
Es lamentable que tu entrenador salga a decir que este plantel no es para liguilla. Esto es un golpe anímico que se le da al muy maltratado club, en verdad, el plantel está partido, hay quienes tratan de hacer algo, otros reclaman, unos más trotan en el campo y sobran los cínicos que sólo cobran.
Hoy nos dimos cuenta que en diciembre vendrá una seria limpieza en el plantel, por supuesto que habrá continuidad con Rubén Omar Romano en el banco. Se habla de la salida de por lo menos 7 hasta 10 jugadores del primer equipo.
Con estos cambios es muy difícil mantener una identidad en el plantel, pero a estas alturas ya nada importa, lo único que necesita la gente es ganar, aunque sea la Copa, para regresar al Cuauhtémoc, mismo que registro en toda la temporada una entrada aproximada de 10 mil espectadores, cuando al inmueble le caben 40 mil.
Torneo para el olvido
Lobos BUAP cerró de manera digna el torneo al conseguir la primera victoria en calidad de visitante frente al conjunto de Altamira, quien celebraba los primeros 10 años de su estadio.
Es indignante las siguientes cifras: cinco derrotas, un empate y una victoria de visita cosechó la Jauría en este torneo, lo peor es la productividad en goles, tres goles anotados por doce recibidos, no puede ser teniendo la nómina más alta del Ascenso MX.
Es por ello que Lobos merecía no entrar a la liguilla, porque desgraciadamente el futbol mexicano no premia el liderato, sino prefiere hacer un espectáculo de ocho equipos, en donde el que clasificó al “cuarto para la una” puede ser campeón.
Lobos necesita pensar seriamente que es lo que necesita para obtener el ascenso, antes era normal verlo en la final, después en liguilla y ahora en mitad de la tabla. Sin duda se han prendido las alarmas en Ciudad Universitaria.
Así es como la sequía de títulos ciega a la prensa poblana, que trata de vender ilusiones a la afición, misma que compra lo que sea, aunque esta parezca irreal e improbable.
