SEMANA PARA EL OLVIDO

*Esta semana los equipos de la Angelópolis le dijeron prácticamente adiós al torneo de Copa, además Romano se presentó en el Cuauhtémoc con derrota y por si fuera poco en Lobos BUAP rodó la cabeza de Moscoso.
Semanas negras como está ningún equipo las quiere tener, donde te juegas nueve puntos, seis en Liga y tres en Copa y al final sólo rescatas tres puntos (Puebla) o en el peor de los casos (Lobos) ninguno.
Empecemos con el Puebla, donde hasta hace una semana todo era miel sobre hojuelas. Se cambió la actitud del equipo, logrando un excelente triunfo de visita y claro, una mejora en el esquema, sin duda a más de uno ilusionó la llegada de Rubén Omar Romano al banquillo camotero.
Pero como siempre, lo que fácil llega fácil se va.
A mitad de semana, el Puebla demostró que la Copa pasa a segundo, tercer o cuarto termino, Romano reiteró que este torneo no le iba a dar prioridad, que los resultados llegarían en la Liga.
Ante ese argumento, la gente no exigió, guardo sus ilusiones para domingo, donde el Cuauhtémoc tuvo una gran entrada. La afición no esperaba más que la victoria, misma que se tuvo en las manos y que se dejó ir al vil “estilo Puebla”, sí, aquella maldición que persigue a La Franja desde hace varios años atrás y que en columnas atrás les platicaba.
Esta “maldición” consta en que el Puebla está arriba en el marcador la mayor parte del encuentro, pero que en los minutos finales, aparecen los goles de la visita, empatando o en el peor de los casos derrotando al equipo de casa. También cabe resaltar que esos “goles” caen en su mayoría son anotados en la portería norte del estadio.
Hay cosas que como simples espectadores jamás entenderemos, el echarse para atrás quedando 20 minutos o sacar a un defensa en los primeros instantes del juego. Cosas que sólo pasan aquí, mismas cuestan puntos y a la larga descensos.
Yo no quiero ser ave de mal agüero, pero entrenador que llega a mitad de torneo no logra hacer absolutamente nada por el plantel, es más, la estadística dice que terminan hundiendo más al equipo.
Los técnicos siempre se escudarán diciendo: “es que yo no armé al equipo”, “yo no pedí estos jugadores”, “el vestido está roto”, etc.
Escusas van y vienen para una afición que hace 23 años no ve coronarse en primera a su equipo, una afición cien por ciento familiar, en donde el Padre trata de consolar al hijo que semana a semana llora, una afición que adopta un ídolo y al final lo venden, una afición que se cansa de esperar y prefiere irle al equipo de moda, una afición que vive del pasado. Esto es Puebla, con todos sus defectos y virtudes, un Estado que presume de muchas cosas, pero nada de futbol.
Por otra parte, Lobos de la BUAP tomó la decisión de cortar el proceso del Gustavo Moscoso por segunda ocasión en la historia universitaria.
Lo analizábamos semanas antes, los licántropos no tienen pies ni cabeza, su juego es lento y repetitivo, han dejado ir puntos vitales con rivales directos de liguilla, simplemente no encuentran la brújula, por ello Héctor Medrano Abad entra al quite.
Recordar que Medrano Abad fungía hasta hace unos días como auxiliar del profe Moscoso, o sea, no esperemos un cambio radical en el esquema, lo importante para Lobos es sacar puntos en casa, para así mantener vivas las esperanzas de liguilla.
Mucho tendrá que trabajar Medrano y lo hará bajo la presión del tiempo, el martes reciben a Veracruz en la Copa y el viernes a Cruz Hidalgo. Recordar que en el Ascenso MX son 14 fechas y estamos exactamente a la mitad, el tiempo corre en contra para la Jauría que tan sólo suma 6 unidades de 18 posibles.
Soy Manolo Rodríguez y desde la trinchera poblana, les estaré informando todo lo relevante acerca de los equipos de esta bella ciudad, en donde el fútbol empieza a ser ya una forma de vida.
Twitter: @manuelistiko