Se sabe que América tiene convocatoria nacional, por lo cual en cada una de las visitas a lo largo del país es recibido como local en cualquier cancha, si bien la entrada de ayer en el coloso de la colonia Independencia no fue la mejor, se podría apreciar la fiesta que tenía la cabecera sur del inmueble, estaba pintada de amarillo.
Sabíamos que iba a ser difícil para América y eso de demostró en el primer tiempo con el gol de Atlas, las cosas se complicaban y ponían en duda la capacidad de reacción que se pudiese tener en relación al rendimiento medio del club de la capital.
Durante el segundo tiempo vino la reacción amarilla con Rubens Sambueza como referente al ataque en plan grande, y con Rey que se convirtió en letal en el área rival, con un segundo gol que gritó la mitad del estadio Jalisco, Mohamed de forma efusiva, los Americanistas que viajaron y los que no, desde casa con la familia o en alguna cena con la novia, se volvió un carnaval amarillo por lo que implico el gol, el poder creer en el Club, que puede levantarse de duros golpes y dar la vuelta, recuperar la grandeza correspondiente y seguir arriba peleando con los que llevan buen paso.
Atlas tendrá mucho por trabajar, es el último tren por si quieren quedarse, su gente sabe que ser rojinegro es una dulce condena, y se van a aferrar a ella.
Al Americanista le queda sonreír, disfrutar, y gritarlo a los 4 vientos, su equipo empieza a tomar forma, y sin duda estará en la liguilla, porque así lo merece su gente, que hizo que Jalisco se pusiera la azulcrema, y hoy aún no se la quite.
