El fútbol va más allá de 90 minutos, donde se juega en algún estadio y se paraliza la ciudad del mismo, donde la gente desemboca todo lo que trae durante la semana en un ritual desde la previa hasta la posteridad del partido, sin embargo en México hay un caso particular; el club América.
Hablar del América es hacerlo del equipo más grande del país y también el más polémico, por fortuna para los de amarillo esta vez la sequía sólo fue de 3 semanas para volver al Estadio Azteca y estar con los suyos.
La liga comienza en sábado y es que con todo el respeto para las aficiones y equipos que jugarán este Viernes, ninguno (incluso Chivas) es capaz de lograr lo que hace el América, y es que si bien se transmitirán los partidos, el de América se vive en el estadio, se transmite en televisión abierta en el canal estelar, todos los reporteros quieren cubrirlo, y es que es el que vende, el partido del cual se hará un color (sin importar quien sea el rival), el dueño absoluto de las portadas del día domingo (sea cual sea el resultado, incluso quien juegue el domingo), interminables análisis en los programas deportivos, y la noticia de toda la semana, la charla en el las escuelas y en las oficinas, el tema de la sobremesa y la espera para volverlo a ver aunque esta vez sea de visita.
América se rompió una espina que reía clavada ante Tigres desde hace 8 años, sin embargo aún hace falta sacarla y eso sólo lo va a lograr ganando, no se le ha podido ganar al equipo del norte y es hora de recuperar el papel de grande ante los amarillos de Nuevo León, esta vez sin invasión, porque la gente de Tigres se ha encargado de mostrar que sólo está en los momentos cumbres.
La liga comienza en sábado y es con una encomienda para la mitad del país que es ganar para verlos sonreír por ser Americanistas a morir, la otra mitad para verlos perder y sonreír aún más.
