MAYWEATHER VS CANELO, UNA OPINIÓN MÁS

 

Por Fer Ayala
Hablar del combate entre Floyd Mayweather y Saúl “El Canelo” Álvarez es uno de los temas mas recurrentes de las últimas semanas. Todo el mundo tiene una opinión y resulta bastante complicado hacer que los que van Floyd decidan apoyar a Canelo y viceversa. Pocas peleas han generado tanto interés como esta lo ha logrado hacer. Vemos a Mayweather en noticieros, a Saúl en cápsulas de televisión, están en prensa escrita, en comerciales, radio y por supuesto no hay un solo restaurante o bar que no este preparando una gran noche para la fecha de su compromiso.
 
            Se ha hablado mucho, tal vez mas de lo que se debería hablar. Si se romperán los récords de Pago por Evento, si las bolsas son las mayores en la historia, si los boletos de la MGM Grand Garden Arena se vendieron en dos horas. Existe tal sobreinformación que parece que lo primordial de esa noche ha quedado relegado o es en lo que menos no fijamos; el boxeo. La gente de pugilismo sabe que no hay mayor desnudez que la que se vive arriba del cuadrilátero. En él, no importan los logros pasados, la experiencia de los entrenadores o el tener a un gran promotor apoyándote. Como si se tratará de una resonancia magnética, en el ring se pueden ver todas las virtudes y defectos que un peleador tiene. Si durante el campamento se hicieron las cosas erróneas, sin duda saldrá a relucir en el entarimado. Si la eterna batalla contra el peso costó trabajo de superar, sin duda se verá en cada movimiento de la danza de los puños. No hay detalle que no se revele bajo las luces del encordado y mucho más, bajo las luces que cuelgan del techo de la Arena del MGM.
            Mayweather está mas que acostumbrado a vivir bajo las luces de los flashes. Su nombre es tan importante en la industria del boxeo que le ha logrado tener peleas de tan bajo calibre como la última ante Robert Guerrero y aún así salir avante. Criticado por muchos y seguido por pocos, “Money” es la encarnación justa de aquella premisa del boxeo que dice que la gente prefiere fajadores y no boxeadores. Su gran defensa, su movimiento de cintura y el armónico movimiento de piernas que hacen casi imposible conectarle no son suficientes para terminar de ser del agrado de la gente que recién se decide a seguir el boxeo. La inteligencia sobre el ring que ha lucido en noches como en la que ridiculizó al hoy tan de moda Juan Manuel Márquez no le han alcanzado para poder terminar de ser aceptado y poder generarle una base fuerte de incondicionales como los que tienen Miguel Cotto o Manny Pacquiao. No se descubre el hilo negro de las cosas al decir que la gente hoy ve a Floyd con el morbo de verlo perder. ¿Cómo un hombre a sus 37 años puede seguir con ese impresionante nivel? ¿Será el “Canelo” el que al fin pueda lograr quitar el cero de las marcas de Mayweather? Todos nos cuestionamos una y otra vez en cada pelea y así durante ya 44 ocasiones, Floyd nos ha dejado esperando.
Álvarez por otra parte, trae a la mesa el lado opuesto de lo que tiene Mayweather. Juventud, poca experiencia ante peleadores de clase mundial y muchos más seguidores de los que tiene Floyd, son la carta de presentación de Saúl. La carrera de “Canelo” al igual que la de Mayweather no ha estado exenta de críticas y muchos cuestinamientos. La forma en la que sus promotores lo lanzaron tan rápido hacia la disputa de un Campeonato Mundial y la carencia de verdaderos sinodales que le hayan exigido sacar lo mejor de sí han hecho que la gente este dividida en las opiniones que tienen de él. Hay quienes lo apoyan a muerte y creen que en verdad es la máquina de pugilismo que nos tratan de vender los medios y existen quienes no quitan el dedo del renglón de que Saúl sólo ha sido beneficiado durante los años que ha practicado el deporte de los puños. De una u otra manera, Álvarez ha aportado mucho a esta gran fórmula que pase lo que pase ha resultado un gran negocio.
La noche del 14 de Septiembre el mundo se detendrá para ver que es lo que pasa en un encordado de apenas 6 metros por lado. La experiencia contra la juventud. El ruido contra el silencio. El desinhibido contra el retraído. En pocas palabras, Mayweather VS Álvarez. No importa que sea lo que pase, quien gane o cómo gane. Los verdaderos ganadores de este combate serán los aficionados que estaban ávidos de una pelea de este calibre y el mundo del boxeo que busca reinvindicar su imagen enfrentando a dos los mejores exponentes de este deporte. No hay fecha que no llegue ni plazo que no se cumpla, choquemos los guantes y esperemos que el campanazo inicial desnude a estos dos titanes dentro del hábitat para el cual nacieron, el ring.